Salgo de Guantánamo alrededor de las 6:00 a.m., es agradable viajar por la mañana. Hay mucha acción por la mañana. La gente se levanta temprano para ir a trabajar. Me encuentro con un cubano en bicicleta, me pregunta si llevo repuestos para mi bicicleta. Le digo que sí y que no se los puedo dar ahora, porque todavía me quedan dos semanas en Cuba. Me pide mi número de teléfono, le doy mi tarjeta de presentación Fast123. No sabía qué hacer para contactarme.
Por la noche, en los parques veo cubanos con teléfonos inteligentes charlando con amigos a través de mensajes de vídeo. Personas que tienen tabletas y computadoras, pero obviamente no todos los cubanos tienen la misma suerte de poder utilizar Internet. El acceso a la red sigue siendo bastante limitado. Las tarjetas de acceso se pueden comprar por 2 dólares canadienses por hora. Es bastante caro para esta gente. Hoy es mi cumpleaños, en el camino veo un cartel que me recuerda que ya no tengo 42 años.
Estoy tomando una autopista por primera vez, es lindo.
Ha sido un gran día de ciclismo. Hoy he recorrido 85 km con bastante facilidad. ¡Tuve suerte en las costas! Santiago de Cuba es una gran ciudad. La vida es intensa. Muchos autobuses, coches. Esto no es ideal para andar en bicicleta. Veo el lugar de la revolución.
Es una ciudad hermosa. ¡¡Hace calor!!
Una tormenta está en el horizonte...
Una gran velada descubriendo nuevos lugares.
Un hombre alquila bicicletas para niños. Los padres pagan 5 céntimos por la mayor felicidad de los niños.
Utilizo los servicios de un proveedor de Internet ingenioso. La conexión no es muy buena.
Gran descubrimiento en las calles tras ver a un gato atacar a un perro. ¡¡¡Fue muy divertido!!!
Un hermoso día. Mañana voy por la costa.
Alégrate cuando subas una colina en bicicleta, porque tarde o temprano volverás a bajar.
David Beauchesne